Día 5: Viernes, 24 de Abril de 2009.
Luego de que la TATA pasara airosamente por el paso los libertadores, y superaramos los trámites aduaneros que conjuntamente comparten Argentina y Chile ingresamos al país transcordillerano. En la aduana nos hicieron sacar toooodas las cosas que llevabamos en la camioneta. Lo que significó un montón de enseres, menajes, ropa y equipamiento. Pero el trato fue correcto y muy amable. Así que nos tomamos las cosas con tranquilidad.


Si bien la cordillera de lado argentino, a medida que nos arrimabamos a la frontera, iba subiendo con un declive relativamente suave; del lado chileno la bajada es abrupta. Compo puede observarse en la siguiente foto y video

No pudimos sacar muchas fotos en el primer tramo del territorio Chileno, pero casi todo lo que vehíamos nos encantaba. Fincas muy bien trabajadas, viñedos, y lugares muy pintorescos.
Pasamos por la localidad de Los Andes, que nos pareció muy bonita y digna de numerosas fotos. Las que sacamos desde la TATA en movimiento no fueron buenas, pero hubiera sido muy oportuno parar para tomar algunas instantáneas. Sin embargo nuestra prisa por llegar al lugar donde pasaríamos la noche nos lo impidió. Sólo paramos a comprar pan casero para que oficiara de tardío almuerzo, porque ya nos habíamos pasado olgadamente del mediodía.
Pasamos por la localidad de Los Andes, que nos pareció muy bonita y digna de numerosas fotos. Las que sacamos desde la TATA en movimiento no fueron buenas, pero hubiera sido muy oportuno parar para tomar algunas instantáneas. Sin embargo nuestra prisa por llegar al lugar donde pasaríamos la noche nos lo impidió. Sólo paramos a comprar pan casero para que oficiara de tardío almuerzo, porque ya nos habíamos pasado olgadamente del mediodía.

Finalmente llegamos a la Ruta 5 que es una autopista impresionante, muy cuidada y con peajes dolorosos para el bolsillo. Todos los accesos a los pueblos están muy bien diseñados para evitar accidentes. Nos sorprendió el respeto de todos los conductores que acataban la señalización al pie de la la letra. La Ruta 5 a esta altura tiene cuatro carriles y guarda rail, cada tanto hay carteles que dicen: Use el carril de la izquierda sólo para rebasar, y todo el mundo respeta esta indicación. Si bien el peaje es caro, el dinero vuelve a las rutas, porque es impresionante la cantidad de obras víales que se están realizando en todo Chile. La dirección de vialidad nacional (o como se llame el organismo estatal) trabaja muy bien en la señalización de obras, hay mucha consciencia.

La primer localidad del Pacífico que visitamos se llama Pichicuy, un pequeño pueblo de pescadores algo destartalado pero pintoresco por sus casitas de madera de multiples colores. El sol tenía ganas de irse a dormir y evaluamos la posibilidad de buscar un lugar para dormir en la TATA allí pero no nos convencía mucho el ambiente del puertito. Así que continuamos por la 5 unos kilómetros más hacía el norte.



Sobre la costa del Pacifico, a 30 kilómetros de Pichicuy está Los Molles, un pueblo costero muy coqueto con pequeñas playas con rocas ubicadas en una caleta. Nos encantó. El Oceano Pacifico se mostraba más azul que el Atlantico que nosotros estamos acostumbrados a ver. Fue muy lindo estar allí al atardecer, y ver los barquitos de los pescadores, o a curtidos hombres mar juntando algas y tirando sus redes desde las rocas. Como ya estabamos en los últimos días de abril, la localidad se encontraba semi-dormida. Los Molles es uno de los tantos balnearios donde veranean los Santiaguinos.


Día6: Sábado, 25 de Abril de 2009
Las construcciones en madera son habituales en Chile, siempre van acompañadas de colores alegres que le dan un caracter muy agradable al paisaje. En la foto superior vemos el local de La RerrePizza en Los Molles.




Luego de un frugal almuerzo en Pichidanguí, que consistió en abrir algunas latas y degustar su contenido con pan nos fuimos a Los Vilos, otro pueblo pesquero, pero con más pretensiones de ciudad. Los Vilos es un lugar famoso por sus restaurantes especializados en mariscos. Desafortunadamente no disfrutamos de ellos porque habíamos comido, además en Chile se nos hacía honeroso disfrutar de estos placeres. Pero nos vengamos posteriormente en Perú.



2 comentarios:
bien fome tu comentario sobre Pichicuy, sera destartalado, pero es bien lindo para la gente que no andad comiendo enlatados ni durmiendo en hoteles 5 estrellas
Es verdad Johnny tenes razón. Pichicuy es un bello lugar, lo destartalado no fue despectivo!!!
Un abrazo!!!
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