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Juan Pablo Roncoroni, Villa Gesell. Tengo varios blogs que versan sobre distintas cosas... la cerveza, el placer de viajar y escribir.

miércoles, 15 de julio de 2009

TATA TROPHY 2009
Argentina - Chile - Perú - Bolivia


¿Que es el TATA TROPHY 2009?

Nuestro viaje comenzó el 20 de mayo de 2009, y finalizó 60 días después. Durante este tiempo nosotros los Hobbits Aventureros (en esta oportunidad Geradine y Juan Pablo) fuimos hasta Mendoza, cruzamos los Andes y recorrimos el norte de Chile y la Costa Peruana hasta Lima. Luego subimos los Andes y fuimos hasta Cusco por la Sierra Peruana, y desde allí cruzamos a Bolivia y volvimos a ingresar a nuestro país por la Quebrada de Humahuaca. Toda la travesía fue realizada en una magnífica e invaluable camioneta TATA SUMO 4x2, diesel aspirada, modelo 1998. Este vehículo de origen hindú recorrió 12.729 kilómetros sin mayores dificultades. Sólo le tuvimos que poner 1.335 litros de gas-oil, realizarle un cambio de aceite en Lima, agregarle 1 litro de aceite y 200ml de líquido refrigerante en todo el viaje, ajustarle los extremos de dirección y alinearla 1 vez. Eso fue todo lo que nos pidió nuestra TATA. Pero nos brindó mucho más porque fue nuestro hogar ya que le acondicionamos una cama matrimonial comodísima, un inodoro químico imprescindible y una cocinita portátil oportuna. No necesitabamos más. Salvo un poco de ropa y bastante vino tinto para brindar por el camino... y así festejar nuestros 15 años de casados.


Álbum de algunas de las fotos del viaje hay como mil


Salimos de viaje el lunes 20 del abril de 2009 a las 9:00, el cuenta kilómetros acusaba 140.043.

La ruta estuvo tranquila, día hermoso con mucho sol. Llegamos a las 22:30 a Villa Mercedes, San Luis. Nos alojamos en el camping libre de la estación de Servicio del ACA, ruta 7, Custodiado por los camioneros que hacían lo mismo que nosotros. Nuestra primera noche durmiendo en la TATA fue perfecta, nos sentimos muy cómodos y “calentitos”.


Mendoza


Álbum de algunas de las fotos del viaje hay como mil



Día 2:
El 21 de Abril, nos despertamos en la el ACA de Villa Mercedes (San Luís) bastante tarde bastante tarde cerca de las 9 de la mañana, lo que indica que dormimos muy bien, finalmente salimos cerca de las 10:00, ya que desayunar y adaptar la TATA para viajar nos lleva aproximadamente una hora.
En el kilómetro 705 aprox. A 5 minutos de la estación de servicio del ACA, vimos un río con una especie de camping al que le echamos el ojo para el año que viene.
Llegamos a Maipú a eso de las 14:00 hs y el GPS nos guió perfectamente hasta el camping Viñas de Vieytes

Inmediatamente fuimos a visitar la Bodega Cuchillas de Lunlunta, propiedad de la flia Santos. Nos sorprendió el tamaño y equipamiento del establecimiento. Hicimos una degustación de vinos en diferentes etapas de fermentación, y comimos uvas Cabernet Franc. Las uvas que se usan para hacer vino son llamativamente pequeñas y muy dulces. Recibimos una explicación espectacular por parte de Patricio Santos quien fue muy amigable y amable. Llegamos a la finca las madras (el lugar donde está la bodega de los Santos) 1 día después de la cosecha.


Luego de pasear un rato por Maipú nos fuimos al camping donde éramos los únicos huéspedes, tuvimos la oportunidad de probar la cocinita portátil con nuestro primer arroz convenado y de disfrutar de las duchas con agua muy caliente. Luego nos fuimos a dormir a la TATA.

Día 3. Miércoles 22 de abril de 2009

Visitamos las bodegas Carinae, Di Tomaso, la Rural y el museo del vino en Maipú. En Carinae tuvimos una charla muy amable con la dueña francesa. Ella y su marido son 2 jubilados que se compraron una pequeña bodega en Maipú. El recorrido de las bodegas nos llevo varias horas, al medio día hicimos un almuerzo frugal en la TATA que consistió en unos sanguchitos de un fiambre riquísimo que compramos en un bolichon, los que fueron devorados a la sombra generosa de los árboles que pueblan las calles de Maipú.




Por la tarde fuimos a despedirnos de los Santos, nos encontramos con Pedro y Patricio. Fueron muy amables como el día anterior. Nos regalaron varias botellas de Tercos Bonarda y Semillon de Ricardo Santos.
Partimos ya siendo algo tarde a las termas de Cacheuta, y por el camino nos dimos cuenta que no teníamos combustible, en una estación de servicio de Lujan de Cuyo tuvimos que hacer una cola enorme porque estaba por comenzar un paro de petroleros. Llegamos a Cacheuta por un entrincado camino de montaña de noche y nos encontramos con que el camping estaba cerrado. Así que deshicimos un tramito del camino y donde encontramos un lugarcito al costado del camino estacionamos la TATA y nos dispusimos a vivaquear. Estábamos en el medio de la precordillera, vencidos los temores iniciales y luego de un Tercos Bonarda y otras improvidazas vituallas nos dormimos como angelitos.



Día 4: Jueves, 23 de abril de 2009

Desayunamos temprano disfrutando de los dulces artesanales mendocinos que habíamos adquirido. Nos fuimos a las termas y pasamos todo el día allí. Nos gustaron mucho, sobre todo por su entorno natural. Las instalaciones están bien. Lo mejor era que no había mucha gente. Nos hicimos amigotes de un matrimonio que tiene un almacén en San Bernardo, Costa Atlántica Argentina.

Luego nos alojamos en el Camping, que ahora si estaba abierto y era bastante mistongo. No le habían puesto ni media onda a pesar de que el entorno era bellísimo. Dormimos en la TATA como lirones.





Día 5: Viernes, 24 de abril de 2009.

Al día siguiente de las termas nos dispusimos a cruzar la Cordillera de los Andes, un poco temerosos por las dificultades que podrían presentarse en el funsionamiento de la TATA, sin embargo todo fue bien a pesar de haber superado los 3000 msnm. El camino que propone el paso los libertadores es hermoso. Pasamos por Puente del Inca y pudimos avistar desde lejos el Cerro Aconcagua.



¡Bienvenidos a Chile! (Parte 1)

Click sobre el mapa para verlo más grande

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Día 5: Viernes, 24 de Abril de 2009.

Luego de que la TATA pasara airosamente por el paso los libertadores, y superaramos los trámites aduaneros que conjuntamente comparten Argentina y Chile ingresamos al país transcordillerano. En la aduana nos hicieron sacar toooodas las cosas que llevabamos en la camioneta. Lo que significó un montón de enseres, menajes, ropa y equipamiento. Pero el trato fue correcto y muy amable. Así que nos tomamos las cosas con tranquilidad.





Si bien la cordillera de lado argentino, a medida que nos arrimabamos a la frontera, iba subiendo con un declive relativamente suave; del lado chileno la bajada es abrupta. Compo puede observarse en la siguiente foto y video



No pudimos sacar muchas fotos en el primer tramo del territorio Chileno, pero casi todo lo que vehíamos nos encantaba. Fincas muy bien trabajadas, viñedos, y lugares muy pintorescos.

Pasamos por la localidad de Los Andes, que nos pareció muy bonita y digna de numerosas fotos. Las que sacamos desde la TATA en movimiento no fueron buenas, pero hubiera sido muy oportuno parar para tomar algunas instantáneas. Sin embargo nuestra prisa por llegar al lugar donde pasaríamos la noche nos lo impidió. Sólo paramos a comprar pan casero para que oficiara de tardío almuerzo, porque ya nos habíamos pasado olgadamente del mediodía.


Finalmente llegamos a la Ruta 5 que es una autopista impresionante, muy cuidada y con peajes dolorosos para el bolsillo. Todos los accesos a los pueblos están muy bien diseñados para evitar accidentes. Nos sorprendió el respeto de todos los conductores que acataban la señalización al pie de la la letra. La Ruta 5 a esta altura tiene cuatro carriles y guarda rail, cada tanto hay carteles que dicen: Use el carril de la izquierda sólo para rebasar, y todo el mundo respeta esta indicación. Si bien el peaje es caro, el dinero vuelve a las rutas, porque es impresionante la cantidad de obras víales que se están realizando en todo Chile. La dirección de vialidad nacional (o como se llame el organismo estatal) trabaja muy bien en la señalización de obras, hay mucha consciencia.


La primer localidad del Pacífico que visitamos se llama Pichicuy, un pequeño pueblo de pescadores algo destartalado pero pintoresco por sus casitas de madera de multiples colores. El sol tenía ganas de irse a dormir y evaluamos la posibilidad de buscar un lugar para dormir en la TATA allí pero no nos convencía mucho el ambiente del puertito. Así que continuamos por la 5 unos kilómetros más hacía el norte.

Pichicuy

El pan casero en Chile es algo que es muy común y sabroso. Se vende el las "AMASANDERÍAS"; que no es lo mismo que panaderías, que también las hay.

Pichicuy

Los Molles

Sobre la costa del Pacifico, a 30 kilómetros de Pichicuy está Los Molles, un pueblo costero muy coqueto con pequeñas playas con rocas ubicadas en una caleta. Nos encantó. El Oceano Pacifico se mostraba más azul que el Atlantico que nosotros estamos acostumbrados a ver. Fue muy lindo estar allí al atardecer, y ver los barquitos de los pescadores, o a curtidos hombres mar juntando algas y tirando sus redes desde las rocas. Como ya estabamos en los últimos días de abril, la localidad se encontraba semi-dormida. Los Molles es uno de los tantos balnearios donde veranean los Santiaguinos.

Los Molles
Los Molles
Tuvimos que desandar un trechito muy corto de la Ruta 5 para ir al Camping del Chivato que queda a unos 2 kilómetros al sur de Los Molles. El Camping está junto al mar y es simple, pero sus instalaciones son muy recomendables. Hay unos enquinchados y algo de vegetación que protegen a los acampantes de la brisa del Pacifico. Dormimos allí en la TATA, y disfrutamos de un arroz convenao (convenao con los las cosas que trae el paquete deshidratado) y una botella de bonarda que nos habían regalado nuestros amigos de Mendoza ¿Que más necesitábamos?

Camping del Chivato




Día6: Sábado, 25 de Abril de 2009

Las construcciones en madera son habituales en Chile, siempre van acompañadas de colores alegres que le dan un caracter muy agradable al paisaje. En la foto superior vemos el local de La RerrePizza en Los Molles.

Pegada a los Molles hay una reserva natural, junto a la costa, desde donde se pueden observar gran cantidad de aves marinas e islas rocosas coronadas por el guano de ellas. Este lugar tambien es el habitat de los lobos marinos que entre ola y ola intentan trepar a las rocas. Por allí estuvimos caminando y disfrutando. La costa y las rocas forman entradas en las que el agua golpea con furia. Incluso hay un fenomeno que se llama el Puquen, que es un tuneles con un extremo dentro del oceano y el otro entre las rocas costeras. Por la boca que está en el mar ingresa la marejada impetuosa saliendo por el extremo que está en las rocas y produciendo un ruido atronador y un chorro agresivo de agua. A continuación vemos un video en el que Geral lucha contra el Puquen



Reserva los Molles

Reserva Los Molles

Luego de visitar la Reserva de Los Molles retomamos las Ruta 5 hacia al norte e hicimos unos pocos kilómetros para llegar a Pichidangui. Esta localidad del litoral chileno tiene un paseo costanero muy bonito y playas más extensas que las que habíamos visto hasta ese momento en Chile. De todos modos como la cordillera ingresa abruptamente en el oceano, las playas no son muy amplias en Chile.

Pichidangui

Pichidangui

En Pichidangui es destacable la prolijidad, limpieza y lo lindas que son las farolas, refugios y cabinas telefónicas. También es muy agradable el paisaje marino con las barcasas.

La iglesia de Pichidangui esta empazada en un peñasco que se introduce en el mar.


Luego de un frugal almuerzo en Pichidanguí, que consistió en abrir algunas latas y degustar su contenido con pan nos fuimos a Los Vilos, otro pueblo pesquero, pero con más pretensiones de ciudad. Los Vilos es un lugar famoso por sus restaurantes especializados en mariscos. Desafortunadamente no disfrutamos de ellos porque habíamos comido, además en Chile se nos hacía honeroso disfrutar de estos placeres. Pero nos vengamos posteriormente en Perú.

Embarcadero en Los Vilos

Restaurante en Los Vilos

Luego de hacer un breve recorrido en Los Vilos dejamos la costa y nos aventuramos a las montañas. La idea era buscar un lugar para Dormir en Illapel, una ciudada ubicada 37 kilometros al este de Los Vilos, pero eso es otra historia que contaremos en la próxima entrada.

Chile 2 Illapel- Chinchillas - Conbarbala - Ovalle



Click para agrandar mapa del recorrido de este tramo.




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Continuación Día6: Sábado, 25 de Abril de 2009

Luego de estar fugazmente en Los Vilos, viendo la dificultad que representaba encontrar un buen lugar para dormir en la TATA, partimos introduciéndonos nuevamente en la cordillera a la ciudad de Illapel. Para llegar a este lugar fue necesario subir un sinuosa cuesta, pero con un camino en buen estado y asfaltado. Illapel no era muy lejos, menos de 50 kilómetros sin embargo llegamos casi de noche. Aprovechamos para cargar combustible en la ciudad y para buscar un comercio donde pudieramos comprar una banderita chilena para colocar en la TATA, junto a la argentina que ya teníamos.
Illapel es una ciudad antigua que conserva algunos edificios del siglo XVII, pero dada las condiciones de luz y el apuro no quedó registro fotográfico de ella en nuestro viaje.
Fuimos a la oficina de los Carabineros y preguntamos dónde podíamos encontrar un lugar para dormir en la camioneta. El uniformado que nos atendió muy amablemente, nos recomendó que vivaquearamos en la Reserva Nacional las Chinchillas. El lugar distaba a 15 kilómetros de la ciudad, y nos gustó la idea de acampar en un área natural, así que allí fuimos.
Los 15 kilómetros se hicieron de goma, y no dábamos con la entrada a la reserva. Es más en algún momento nos pareció identificarla y nos aventuramos a una banquina llena de piedras sobre la que la camioneta saltaba, pero la tranquera no aparecía. Cuando cae la noche, y uno está en un lugar que desconoce totalmente sobreviene la paranoia, porque no sabe cuales son los peligros de parar en cualquier lado, así que teníamos que encontrar un lugar seguro. Ya nos estábamos planteando dirigirnos a cualquier luz que indicara la existencia de una casa o un ranchito, para pedir permiso para pasar la noche, cuando encontramos la tranquera de la Reserva las Chinchillas. Eso era bueno, pero lo malo era que estaba cerrada con un candado y tenía un cartel que decía que el horario era hasta las 19:00 hs. Totalmente decepcionados, y cansados de andar durante todo el día estábamos dispuestos a partir quién sabe a donde. Sin embargo sobre la otra mano de la ruta estacionó una camioneta, lo que nos asustó un poco. No obstante la persecuta no tenía razón de ser, porque del rodado bajo un hombre petisón y masizo con sombrero de alas anchas, que inmediatamente interrogó declamante: ¿Qué andan necesitando mis amigos, en que los puedo ayudar? Luego aclaro que era guardaparques de la reserva, y que si queríamos acampar ya mismo nos abría la tranquera.

El camping de la Reserva las Chinchillas está muy bien, y el Área protegida a pesar de ser árida es de singular belleza. Esto lo pudimos comprobar al día siguiente. Pero antes de que este llegue, tuvimos otra grata sorpresa. Fuímos invitados por un grupo de astrónomos chilenos a observar las estrellas con los instrumentos que poseían a escasos kilómetros del camping, pero siempre dentro de la reserva. El grupo estaba compuesto por tres o cuatro matrimonios que tenían como hobby observar los fenómenos estelares. Eran poseedores de unos telescopios impresionantes, y nos enseñaron un montón de cosas. También es destacable la calidad humana y lo divertidas que eran estas personas. Chile en esta área tiene uno de los cielos más limpios del planeta, y menos contaminados por la luz de las ciudades, entonces posibilita una observación espectacular. Fue lindísimo compartir con esas personas ese rato, mirando estrellas, tomando mate y comiendo las masitas alemanas que nos convidaron.


Día7: Domingo, 26 de Abril de 2009

A la mañana siguiente fuímos a recorrer un sendero de interpretación que hay dentro de la reserva. El recorrido es una especie de espiral que va subiendo un cerro cuya principal vegetación son los quiscos, especie de captus natural de chile. Los quiscos son bastante más pequeños que los cardones del norte argentino, pero muy parecidos.

Aquí vemos Quitrales en un Quisco. Los quitrales son plantas parásitas que infectan a los quiscos. Lo rojo que se ve sobre esta variedad de cactus (quisco) no son las flores de la propia planta. Los quitrales llegan al quisco gracias a la tenca (mimus thenca) un pájaro muy similar a las calandrias (mimus saturninus) que habitan en la costa atlántica argentina. La tenca come el fruto del quitral en un quisco, y luego caga en otro. Así transporta las semillas y así caga también al pobre quisco en en el sentido de perjudicarlo. El quitral puede ocasionarle incluso la muerte al quisco.

Tenca

El cordón montañoso de la Reserva tiene una altura promedio de 850 metros sobre el nivel del mar y se caracteriza por pequeñas quebradas que toman una dirección noroeste en el sector occidental y una dirección norte en el sector oriental. Predomina una vegetación típica de zonas áridas donde abundan las cactáceas, especialmente en las laderas.



La Reserva Nacional Las Chinchillas en la cuarta región de Chile (región de Coquimbo), administrada por la Conaf, es uno de los pocos lugares donde se pueden ver fuera de peligro. Se creó en 1983, en Auco, en la provincia del Choapa, y en sus 4.229 hectáreas se protegen, investigan y recuperan poblaciones de chinchilla lanigera en estado silvestre. Estos roedores tan simpáticos, pero también con una piel muy apta para los tapados de piel, fueron ferozmente perseguidos y llevados casi al borde de la extinción (al menos en estado silvestre). Se calcula que entre los siglos XIX y XX salieron del puerto de Coquimbo 7 millones de pieles de chinchillas. Hoy la población se puede contar en varios miles. La Chinchilla también perdió expansión geográfica, dado que antes su población ocupaba una extensión más grande de Chile, e incluso sectores de Bolivia, Perú y Argentina. En estos tres últimos países, la chinchilla ya no existe como animal silvestre.



Para conocer esta especie muy difícil de observar, la reserva cuenta con un nocturama que es único en Sudamérica y que simula condiciones nocturnas y permite observar siete especies de mamíferos nativos en su medio ambiente natural, así como a otras especies que conforman su hábitat.


Nuestros Amigos los Astrónomos al día siguiente de la observación estelar.

Poco antes de que llegue el mediodía abandonamos la Reserva Nacional las Chinchillas para dirigirnos a Combarbalá. Había dos formas de llegar a este pueblo. Por el asfalto, o por ripio remontando la "Cuesta del Espino". Por supuesto que elegimos la segunda opción.
La siguiente foto describe muy bien a la Cuesta del Espino.

Los caminos que ofrece la cuesta son los que utilizan las empresas mineras de la zona para llegar a sus explotaciones. Nuestro GPS no tenía ni la menor idea por donde iban estas sendas a través de las montañas. Lamentablemente nuestro Garmin Nuvi 200 no ofrece la posibilidad de grabar los track (trayectorias realizadas no comprendidas en los mapas cargados en el aparatejo), pues hubiera sido bueno registrar las vueltas del camino realizado. Las bifurcaciones son constantes y todo el tiempo teníamos que estar eligiendo entre diestra y siniestra. El día era radiante de sol, y la ruta elegida se presentaba serpenteante, polvorienta y poseada. Pero el paisaje era muy lindo.
Paisaje de la Cuesta del Espino



Nos llevó varias horas llegar a Combarbalá. Un pueblo pequeño perdido en la montaña que vive de la acctividad rural. Dedicánsoe principalmente a la cría de cabras y a la producción de uvas para vino de mesa.

Combarbalá

Guaso Chileno, no es que el hombre sea mal educado. Así le dicen al típico hombre de campo con costumbres equiparables a las de nuestros gauchos argentinos

Desde Combarbalá continuamos por asfalto, siguiendo la rivera del Río Cogotti, hasta Ovalle. Esta ciudad está aproximamente a 100 kilómetros al norte de Combarbalá. En la Región están los Embalses Cogotti y La Paloma (el espejo de agua más grande del país), que irrigan esta área mediterránea de Chile posibilitando la producción agraria intensiva. Es una belleza ver las laderas de las montañas prolijamente cultivadas. La vid predomina entre otros cultivos, y se ve el trabajo fecundo de los lugareños. También son destacables las humildes, pero dignas y pintorescas, viviendas de los campesinos.

Río Cogotti

Parcela cultivada

Nuestro paso por Ovalle, una ciudad importante de la región fue más que fugaz. Decidimos volver a la costa del Pacífico, y dormir en el Parque Nacional Fray Jorge. Para llegar hasta la Ruta 5 y atravesarla fue necesario transitar varios kilómetros por caminos de Tierra. Luego de Cruzar la Ruta llegamos al acceso del parque, y luego de un breve recorrido por asfalto volvimos a la tierra.
En ese punto leímos un cartel que decía Parque Nacional Fray Jorge 27 Kilómetros, el camping se encuentra cerrado. De cabeza duras desidimos seguir. El camino no era bueno y tenía mucho serruchito. Curvas y contra curvas y algunas pendientes pronunciadas. En el trayecto atravezamos varias Comunidades Agrícolas (una de ellas se llama Buenos Aires) que forman parte de un proyecto para detener la desertificación. Cualquiera los terrenos de estas casitas, y la presumible hospitalidad de sus moradores, hubiera sido un lugar ideal para aparcar la TATA y dormir. Pero como siempre estábamos asustados de posibles asaltos. Uno puede ser asaltado en su propia casa en el lugar que habitualmente reside, pero cuando se emprende un viaje el miedo te persigue.
Llegamos hasta la puerta del Parque Nacional Fray Jorge, y vimos que estaba cerrada con un candado. Tocamos bocina y bociferamos, pero no apareció nadie. Estacionamos la camioneta para dormir en la puerta del lugar, que estaba más que bien. Pero comenzamos a imaginarnos (seguramente en forma injustificada) patotas de campesinos chilenos que nos mataban y robaban, o cosas por el estilo, y sobrevino la angustia. El culpable: Yo (Juan Pablo) quien comenzó con todas esas ideas y sembró la paranoia en Geraldine (quien hasta ese momento estaba muy tranquila).
Consecuencia, deshicimos los 27 kilómetros (que eran un montón dado el estado del camino y la hora), llegamos a la Ruta 5 y rumbeando para el norte hicimos 70 kilómetros hasta La Herradura. Esta localidad (o barrio) se ubica apenas al sur de Coquimbo. Luego de intentos fallidos en un camping cerrado y frente a una oficina de carabineros (que esta vez no fueron muy amables) deshicimos unos 8 u 10 kilómetros del camino y solicitamos que nos dejaran estacionar para dormir en una Estación de Servicio COPEC poseedora de una gran playa de estacionamiento para que los camiones pasaran la noche. Los playeros (despachadores de combustibles) fueron muy amables al ofrecernos el lugar. Cuando nosotros se lo agradecimos, la respuesta fue contundente ¡Por favor... estamos para servirlos! Esta actitud nos da la oportunidad de destacar la amabilidad y la educación que en líneas generales observamos en el pueblo chileno.
Es muy común que la gente te salude amablemente, y que se muestre comprometida cuando se le solicita información o ayuda. Generalmente las consultas sobre tal o cual camino, o lugar terminan con la frase ¡Que tenga un buen día... Que le vaya bonito! A nosotros nos gustó mucho esta forma de hospitalidad.
Cenamos un "barro roco" o algo así (sandwich de carne con feta transparente), que nos hizo extrañar muchísimo al sandwich de lomito del bar más mistongo de la Argentina. Bueno cada país tiene sus riquezas y pobrezas.
Las estaciones de Servicio COPEC, tienen excelente baños, muy limpios. Para acceder a ellos es necesario pagar 15o chilenos (más o menos un peso argentino). Incluso cuentan con duchas, por el módico precio de 500 chilenos ( tres pesos y pico argentinos) Geral fue valiente y tomó la determinación de hacer uso de estos servicios higiénicos removedores de tierra adquirida en caminos polvorientos, pero el agua estaba helada. Por lo tanto yo no me bañe ni loco. Quizás no sea la regla, pero en la oportunidad la ducha no tuvo agua caliente.


Nuestro Vivac en la Estación COPEC cercana a Coquimbo, teníamos jardín y todo

En el próximo capítulo les contaremos sobre Coquimbo y La Serena.