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Juan Pablo Roncoroni, Villa Gesell. Tengo varios blogs que versan sobre distintas cosas... la cerveza, el placer de viajar y escribir.

martes, 27 de julio de 2010

2010, Perú, Vichayito, Máncora y Zorritos

Luego de Lambayeque y sus tumbas reales, seguimos al norte de Perú, donde estuvimos en varias playas, en que la niebla pegajosa del pacifico da tregua y tuvimos algunos momentos de sol, y deja salir el sol. Las playas en cueston són....

Vichayito
 Vichayito

Los Organos, fue a la primera que llegamos para aproximarnos a la región, es un pequeño pueblo con avendida costanera y una plaza al rededor de la cual estan los principales comercios y almacenes que sirvieron para proveernos mientras estuvimos en Vichayito.

Vichayito
 Vichayito, playa desierta, preciosa, con médanos como los de Mar de las Pampas, aunque sin sus pinares, porque el subsuelo de Mar de las Pampas es más rico... tiene agua, el de Vichayito tiene petroleo, algo que es más un problema ambiental que una riqueza. Por ahora no hay problema, pero hay pozos petroleros en medio de la calle, los camiones los sacan de allí. Estuvimos dos noches y 3 dias en Vichayito, e ibamos a los Organos a comprar cerveza y provisiones. Aquí nos bañamos por primera vez el Pacifico, que esta tibiesito. En esta playa practicamente desierta pasamos tres dìas durmiendo a pocos metros del mar sin pagar nada. Tuvimos nuestros primeros duelos con el sol, hicimos fogatas, disfrutamos de la soledad apenas interrumpida por unos pocos moradores de las casas cercanas, y nos deleitamos en el arte culinario de los fideos con langostinos.
Vichayito


Vichayito
Vichayito
Vichayito
Vichayito



Vichayito
Vichayito
Vichayito
Vichayito
Vichayito


Vichayito

Vichayito
 Vichayito

Vichayito



Vichayito
Vichayito
Vichayito



Mancora, la playa mas famosa del Perú. El pueblo es feito nomás, aunque tiene algunos bolichitos interesantes. Las playas de Mancora, son bonitas, tienen palmeras, y están repletas de surfers, aunque parece ser que adolescen de problemas de erosión similares a los de Gesell. En Mancora hay una playa que se llama Las Pozitas que tiene una casas hermosas, el clima permite que sean hechas con materiales muy livianos (techos de palma y estructura de caña), y que tengan por ejemplo el living o la cocina en una superficie semicubierta, es algo muy lindo que en Gesell, no resistiría la sudestada más benigna de enero. 

 Mancora

Mancora
Mancora
Mancora
Mancora
Mancora
Mancora
Mancora
Mancora
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas
Mancora, Las Pozitas

Pasamos raudamente por Punta Sal (20 kilometros al norte de Mancora) donde segun dicen HEmingway se inspiró para escribir "El Viejo y el Mar", El concepto de Punta Sal es similar al de Las Positas, un montón de casas pegaditas una al lado de la otra impidiendo el acceso publico a la playa (En la Argentina sería ilegal), el espacio no es muy publico, pero las casas son lindas, aunque menos que las de las pozitas.

Punta Sal
Punta Sal


Punta Sal

Punta Sal
Punta Sal
Punta Sal


Llegamos hace un par de días a Zorritos, pueblo que deslumbra por lo particularmente feo que es, pero sin que pueda sobre salir en esto entre otros tantos. Sin embargo pocos kilómetros anstes de llegar a Zorritos hay un camping que se llama Casa Grillo, que esta frente a una playa espectacular y grande. El camping tiene: parrillas, durchas, sombra (hay que estar por acá para comprender la importancia de ella), 18 perros peruanos, un dueño español un poco loco, una arquitectura inspirada en Gaudi (el tipo es catalan) pero hecha con los materiales (palos, piedras, caracoles, huesos, etc) de la zona, hamacas paraguayas (va estas deben ser peruanas) y cerveza fria (hay que transitar por los caminos del Perú, para comprender la importancia de esto, pues en la mayoría de los lugares te la dan al tiempo - lease tibia) Desde la costa se ven las plataformas petroleras dentro del mar, y la llama que delata el venteo de gas natural.
































































Pasado mañana nos daremos una vuelta por los manglares de Tumbes, y si no nos comen los cocodrilos que habitan el lugar, volvermos al camping para pasar nuestra última noche en el Perú. Un país que ya me hace un poco mio, y al que quiero a pesar de su cerveza al tiempo, su manía de no revocar las medianeras y de tocar bocina para todo, sus mototaxis y sus pregoneros que gritan de los colectivos y combis asesinas el destino al que se dirigen aunque no vayas allí. Porque Perú tiene también, la espontaneidad de su gente, su comida espectacular, su legado cultural, su montañas, sus yacimientos arqueológicos, y millones de cosas más que hacen que los gringos se vengan de el culo del mundo. El español del camping lo definió así: Yo me vine a vivir a aquí, y deje España, porque aquí se folla más y se trabaja menos! León así se llama el dueño del camping es un solterón empedernido, muy simpatico, tiene como 20 perros perunanos de esos que son pelados. León gusta de cantar... perros bonitos que no tienen pelitos
































Nuestro amigo León.



Fragmento de un mail enviado
Te cuento algunas buenas, estamos en un camping junto al mar cerca de una pequeña localidad que se llama Zorrillos, como acá tenemos internet aprovechamos para escribirles. Estuvimos dos noches en Máncora, a metros de la playa, pero en un estacionamiento público o entrada al mar, que si bien era gratis, no teníamos la posibilidad de conseguir agua para lavar las cosas o cocinar y mucho menos poder lavar la pila de ropa sucia (dos bolsas de residuos de las más grandes) así que ahora aprovecharemos para lavar y lavar, a mano por supuesto, y volver a ponernos ropa limpia de nuevo. La ventaja es que hace bastante calor, mucho sol que nos ayudará a que se seque enseguida, no como en Lima que lavábamos en el lavar ropas de la casa, por lo que salía centrifugada, y a pesar de eso tardaba de 3 a 4 días en secarse, una humedad asquerosa, de hecho en toda la semana que estuvimos nunca vimos el sol.
El lugar en el que estamos ahora es super agreste, tenemos una hamaca paraguaya debajo de un techito de hojas de palmeras, el mar enfrente, todo rústico, así que estamos muy contentos. A nuestro lado parlotean unos gringos a los gritos.
 Otro mail, que hace referencia a Mancora, el lugar donde estuvimos antes de ir a Zorritos...
Hoy a la mañana amanecimos en Máncora, un pueblito costero donde todos los surfers se juntan para correr las olas, una cantidad enorme de esta gente apasionada, que también se sube a otros adminículos raros que no sabemos bien los nombres pero que sirven para remontar las olas bastante importantes aunque nos dicen que en la temporada de verano se ven más altas. Algo hermoso que descubrimos l Vichayito, una palyita super agreste donde estuvimos dos días antes, es que las aguas del Pacífico a esta altura son bastante calentitas lo cual nos hizo que dsifrutásramos el doble nuestras metidas al mar. El problema es que el sol está muy fuerte y nosotros muy blanquitos. El primer día nos tiramos al sol todo el día, encima teníamos toda la playa para nosotros solos. Al otro día sufrimos las consecuencias, porque a pesar del bloqueador, siempre hay esas partes que uno no llega a pasarse o no renueva lo suficiente, así que dos días después cuidándonos a full, parecíamos los porteños que llegan a Gesell y se revientan el primer día. Igualmente estamos disfrutando de todo y si bien los peruvian peoples se encargan siempre de dar la nota de mal gusto, vimos cosas realmente hermosas, y cuando directamente no está la mano de la gente el paisaje es maravilloso.
Acá está Javi contando los días para llegar a Guayaquil, porque el 30 viene Norita, así que estaremos esta semana en Perú, queremos conocer la reserva de los manglares de Tumbes que quedan acá cerca y después estaremos entrando en Ecuador, con alguna parada intermedia pero directo a Guayaquil para esperar a las Noris, como dice Javi.
Martín está soportando su yeso y nosotros soportando su olor a sobaco que se le ha incorporado y ahora foram parte de su vendaje. Le hemos puesto de todo para que se le vaya, hasta lysoform, pero las bacterias del mal olor persisten. Cuando lleguemos a Ecuador le haremos una placa para ver si el hueso ya formó cayo y poder sacarle así el yeso, por suerte nos comentaron que en Ecuador la medicina es gratuita en losa hospitales, como en la Argentina así que esperemos que todo el trámite nos salga más barato que en Perú.