Gualaceo, y la enorme hospitalidad de nuestro amigo Mishi

Apenas a 35 kilómetros de Cuenca, dentro de la misma provincia de Azuay, se encuentra la localidad de Gualaceo. Este lugar es tranquilo, repleto de casas quintas y espacios verdes. Los Ríos Santa Barbara y San Francisco recorren a Gualaceo dándole muchísimo encanto. El pueblo es conocido como "el jardín azuayo" por sus tórrida vegetación, y es asentamiento de múltiples artesanos. Hasta aquí, por estos motivos y otros que no hemos explayado o descubierto, podemos decir que  vale la pena hacer turismos en Gualaceo. Pero debemos agregar que el jardín de Azuay también es un lugar de descanso para los cuencanos. Por ejemplo nuestro amigo Bladimir Andrade Cordero, más conocido como  "Mishi", descansa en Gualaceo de sus descansos en Cuenca. No se rían es muy difícil la vida de los artistas y libre pensadores. Para dejar de bromear con la personalidad de Mishi, y a los efectos de recalcar su hombría de bien, recordamos que el poli-instrumentista, filósofo y filántropo  ecuatoriano también trabaja en la librería de la familia ubicada dentro de la Universidad de Cuenca. A nosotros el pueblo bohemio cercano a Cuenca nos produjo aun más cariño que a un visitante cualquiera, porque lo descubrimos desde la casa de Mishi.    

 

Mishi nos invitó a su casa de Gualaceo, así descansábamos del descanso que veníamos realizando desde hace 4 meses en nuestra errática marcha por Sudamérica. Según nos explicó Bladimir, la propiedad tiene varios herederos, y todos tienen deseos diferentes con respecto a ella. Unos quieren vender, otros quieren comprar pero no tienen plata, y otros quieren subdividir. El terreno de la casa de Mishi y sus familiares tiene aproximadamente media hectárea. Gran parte de esta superficie es imperio de los árboles, el cesped y los yuyos; y más o menos un tercio del total esta ocupado por tres o cuatro casas, que por herencia pertenecen a los padres y los tíos de nuestro anfitrión. Sin embargo lo justó sería decir que la finca es más de los espectros que los vivos. Podríamos llamarla "La Casa de los Espíritus", porque como en la novela de Isabel Allende,  en los cuentos familiares de Mishi transcurren personajes tales como: presidente de la República del Ecuador, revolucionarios, vagos, poetas, borrachos, músicos y saltimbanquis.  Según nos contó nuestro amigo, el alma de su abuelo habita en la casa. Los recuerdos pueblan el lugar, su abuelo planto los árboles, cuidó el jardín, y  construyo la casa más grade. La finca esta relacionada con miles de historias  y anécdotas de primos, tíos, y aventuras de la infancia y adolescencia.El lugar vivió tiempos de mayor opulencia familiar, aun queda la pileta de natación que bien pudo haber inspirado a Adolfo Bio Casares para escribir la "Invención de Morel". La propiedad tiene una barranca que da al Río, y que es habitada por una vaca, un ternero y varias gallinas.

Bueno en este lugar increíble pasamos varios días sin que los espectros nos molestaran, al parecer eran muy amigables. Martín y Facundo durmieron en la casa grande (la del abuelo) donde hay varios cuartos y un living con una enorme mesa de billar. Geral y yo optamos por dormir en nuestro Delta 330. Y Javi y norita se quedaron sólo una noche (antes de partir raudos a Quito antecediendonos) en la casa más pequeña habitada por Mishi y sus amigos Lalo y Melisa.