2010, Ecuador, Montañitas

Estamos en Montañitas, una playa a 150 kilómetros en Ecuador. Es un pueblo muy rastafary, te lo cruzás a Bob Marley en todas las cuadras, con sus trencitas y todo.Está lleno de argentinos, pero también de gringos de todas las layas. El pueblito tiene muchos techitos de paja y casitas de caña, pero su arquitectura aldeana es más un maquillaje que algo profundo; el observador atento verá detrás de la rusticidad otra rusticidad menos bella. Sin embargo el pequeño centro comercial de la ciudad agrada por su escenografía tropical y su fauna humana. Hay locales y puestos callejeros de artesanías y artículos playeros, bares de frutas y boliches que sugieren tomarse una cervecita helada con actitud despreocupada, entre ellos se destacan Hola Ola y Hashis.

El Surf es una pasión por estos lugares.Por primera vez en todo el viaje estamos bajo una llovizna espesa que logra mojarlo todo. pero por suerte no hace frío, recién hoy tuvimos que ponernos un bucito. Javier y Facu tomaron su primer clase de surf, con el instructor Bamboo, un gordito con cara de delincuente pero que le dió unas buenas lecciones, a Javi le costó un poco más porque en el momento de practicar no había olas con mucha fuerza y su peso no lo ayudaba mucho, además la remera que le dieron de lycra estaba medio estirada y no lo resguardó mucho del roce con la tabla, después de una hora y media tenía el pecho enllagado, pero... sarna con gusto no pica. Facu recién salió del agua cuando su resistencia no dió más.

A pesar del mal tiempo igualmente fuimos todos los días a la playa y nos metimos en el agua, que por suerte sigue estando más calentita que en Gesell. De todos modos imagínense la playa tropical con palmeras pero... sin sol.

 Estamos en el  camping Los Tigrillos, regenteado por un matrimonio de ecuatorianos, António y Yolanda, mayores que se destacan por su sencillez y amabilidad. El precio del campíng es muy conveniente (1,50 dolares por persona y por día), el lugar no tiene grandes servicios pero es limpio, tiene una cocina que se puede usar, y baños aceptables, y una amplio parque con frutales, yucas (tuberculos que se usan para comer como si fueran papás) y otros planta y flores que recrean nuestra vista. Hablar del agua caliente es una utopía, pero el clima tropical nos ayuda a la hora de la ducha con agua fría. Los  Tigrillos, está mejor si se compara con otras opciones que vimos cuando llegamos a Montañitas, vimos 2 campings frente al mar, que lo único que tenían de bueno era su ubicación, de lo demás lo que más se destacaba era la mugre y la desidia. Aguante el camping de Don Antonio y Doña Yolanda. Caminar dos cuadras hasta la playa, por el costado de un pequeño arroyo con algunas casas pintorescas en el trayecto, no está nada mal; y es preferible a acampar entre trastos y fealdad. 

Mañana seguimos al Parque Nacional Machalila, cerquita no más de 50 km. de acá, donde podremos avistar Ballenas jorobadas en su período de apareamiento porque justo es la época. También visitaremos una aldea indígena, y una playita semi virgen (eso suena rano no?, ¿Cómo se és semi virgen?)  llamada Los Frailes.