2010, Llegamos a Ecuador, Guayaquil

Hemos llegado a Ecuador y salvo el tránsito en las rutas que es terrible!!!!, después es hermoso, la gente desde que llegamos, no hace más que saludarnos desde sus autos, nos toca bocina y nos desea buen viaje!. Nunca nos pasó que la gente nos expresara con tanta alegrá su buena onda, y realmente es una sensación maravillosa.

Ya al cruzar la frontera comenzamos a descubrir que Ecuador se diferenciaba mucho de Bolivia y Perú, no lo incluyo a Chile, ya que no entra dentro del standar que podemos ver en el resto de los otros países, como Perú y Bolivia. Si bien hay muchas viviendas precarias, principalmente de madera o materiales dela zona como las hojas de las palmeras, todo lo que hay construido en manpostería en un 95% está rebocado!.
Llegar a Guayaquil fue llegar lejos a la ciudad más importante que hemos visitado hasta ahora. Parece que hace pocos años le han dado una inyección de modernidad y algunos sectores que antes eran feos y abandonados los han transformado en hermosos sitios para pasear. Junto al Río Guayas está el Malecón 2000, una costanera impresionante que tendrá  un kilómetro y medio aproximadamente, super moderna, con jardines, museos, los infaltables patios de comidas, el museo histórico de Guayaquil en miniatura (que a mi me fascinó sobre todo por la composición de las maquetas que, en forma pequeñita, van contando la historia de la ciudad; hay lagos, y miradores desde donde se puede observar gran parte del río y la ciudad. Hoy visitamos el museo de arte contemporáneo y arqueológico, impecable. También se accede desde el MAlecón a la Fragata Guayas, que cumple la misma función que nuestra Fragata Libertad, es un buque escuela, que casualmente acababa de llegar de Mar del Plata, realmente es hermosa, si bien no es tan antigua como la nuestra es de un aspecto muy parecido.

La ciudad se parece mucho a Buenos Aires, y para nuestra sorpresa, el tránsito bastante ordenado, aunque nos manejamos mayormente caminado para todos lados.
Fuímos a buscar a Norita la muy lindo y moderno aeropuerto de Guayaquil, donde los tortolitos se abrazaron y besaron como en las películas. Ahora ya estamos más tranquilos porque todo el viaje salió perfecto y Norita está con nosotros para seguir viajando.
También visitamos el histórico barrio de Las Peñas, que está en la ladera de una montaña con vista al río, callecitas de una sóla mano empedradas, donde uno transita entre las casa de los habitantes con sus ´puertas abiertas, escuchando baladas y salsas y las numerosas galerías de arte que pueblan todo el caminito, si uno sigue subiendo una sucesión de escaleritas llega hasta el Faro y el ex fuerte que defendió a la ciudad de numerosos piratas que la asolaron. LLegamos al anochecer a la torre del Faro y pudimos contemplar las luces de la hermosa Guayaquil.

Algo maravilloso es la temperatura, siempre hace calor, y a la noche corre una leve brisa que nos recuerda a las cálidas noches de verano de Gesell, que al contrario de aquí, allá son la excepción y acá es la regla. Con la misma ropa que te levantas te acuestas, ya que  nunca refresca. El hotel en el que estamos (finalmente decidimos quedarnos porque conseguimos uno muy económico en pleno centro que nos facilita movernos por la ciudad y no tener que salir a las afueras, como toda gran ciudad se tarda un montón en trasladarse de un lugar a otro en auto), no tiene agua caliente así que te imaginarás lo que me ha costado bañarme, pero lo hago religiosamente ya que superado el primer impacto, se siente agradable.

Otra cosa notable que vemos también es la aparición de la raza negra y el mestizaje, que da como resultado unas pieles hermosas y rasgos mucho más bonitos que las mezclas andinas. La gente anda liviana de ropas y las mujeres hacen un desfile de sandalias con mucho taco, y también no hay tapujos, gorditas y gordas, con todo ajustado o al aire. Realmente se ve una libertad y cierto desenfado que hace todo más bello.
Nuestra primera impresión del Ecuador es maravillosa, esperemos que siga siendo así. Mañana partimos hacia montañita, una playita que dicen es hermosa, después le contamos.