Los Molles y Pichidangui

Estuvimos en los Molles un muy pequeño pueblito costero, hermoso, con barquitas de colores en la costa, que nos sirvió para relajarnos, caminar y entablar relación con los lugareños, todos absolutamente amables, la gente se nos acerca, nos pregunta del viaje y nos desea invariablemente buena suerte. Ayer estuvimos haciendo unas merluzas del pacífico frita en el trailer, exquisitas, que comimos en la hermosa costanera de otro pueblo pesquero, Pichidangui, la gente pasaba a nuestro lado nos decía buen provecho, y seguía de largo. Javi tocaba la guitarra, Facu andaba en skate, nos sentíamos felices y libres, fue realmente muy lindo. Ya todos nos habituamos a vivir en un espacio tan reducido y nos reímos de las incomodidades. En dos días Facu cumple14 años!, esperamos pasarlo en La Serena, con alguna tortita de por medio. Lamentablemente en el camino hacia Chile se le partió un pedazo de muela, esa que una vez tuvo tratamiento de conducto, así que también tendremos que llevarlo al dentista en esa ciudad. La heladerita que se portó rebien los primeros días ahora dejó de funcionar, tememos que tenga una pérdida en algún lado, así que también trataremos de conseguir a alguien que la vea. por lo demás, a pesar de todo el trailer por ahora se la banca bastante. En los Molles teníamos la idea de ir a un camping, pero era tan caro que desistimos y dormimos en la costanera del pueblo, rebien.Nos querían cobrar en total por día $200, Chile está bastante caro para los argentinos. Para salir de la entrada del camping el camino era tan pero tan empinado que a mitad de él tuvimos que poner la baja para salir, por suerte la camioneta la tiene!!! En los molles también visitamos la reserva que está junto al pueblo, donde se puede apreciar una vegetación árida pero muy particular, y de una belleza austera pero bella al fin. Desde la reserva se aprecian muy bien los peñascos y rocas poblados de aves marinas y lobos marinos. En el lugar se observa un fenómeno muy impactante, el agua de mar ingresa por unas cavernas que hay en las rocas, y sale en la parte superior del acantilado produciendo un ruido tremendo y un chorro fuerte que se disipa en el aire. Mu bonito.
Ahora nos vamos a un camping de la Serena que sabemos es más barato y ahí aprovecharemos para lavar la ropa, aunque está anunciadas lluvias, esperemos que no duren mucho.