Ahora estamos en San Pedro de Atacama, planificando las próximas excursiones. El pueblito es hermoso, parece detenido en el tiempo, y todos los bolichitos, si bien están armados para el turista, y sobre todo el que trae euros o dólares, están re simpáticos, manteniendo un estilo colonial de adobe y paja. Los campings que vimnos parecían el fondo del casa del Lelo en su peor momento, llenos de cachivaches y con piso de tierra ¡espantosos!! y encima caros. Así que optamos por continuar alojándonos en el estacionamiento público, un lugar no más agradable, pero por lo menos no nos cobran. El único inconveninte es que no nos podemos lavar la ropa sucia que ya apilamos a montones en el techo de la Colo. Pero no nos hacemos problema, la lavaremos en Iquique. Tampoco nos podemos bañar, pero iremos a una laguna de agua super salada, tanto que no te undis y flotas todo el tiempo, allí haremos nuestro primer baño, después iremos a unas termas, que están un poco caras pero nos lavarán profundamente.
El vigía de la camioneta nos tiene locos, ayer nos corto una vez, y antes de ayer 3 veces el motor por que se eleva la temperatura. El problema es que hay muchas cuestas, y la colo sufre arrastrando el trailer, va a buena velocidad pero el esfuerzo es grande. Aunque nunca la pasamos de revoluciones, ni de 90 km/h, pero ella se queja y para; aveces, en plena cuesta lo que nos hace sufrir un poco por el tránsito, hasta ahora siempre pudimos ir hasta la banquina, aunque esta sea pequeña. Igualmente la temperatura no subre un montón, pero sí para que el vigia alerte, es que es muy sensible.
Estuvimos tres días en el Parque Nacional Pan de Azúcar, alejados de toda tecnología y la pasamos super bonito. Caminamos 16 kilómetros hasta un espectacular mirador donde se veía bien alto varias bahías y la hermosa isla Pan de Azúcar. También nos asoleamos en unas desérticas playas de arenas blancas, sólo que la brisa bastante fría del Pacífico no nos dejó disfrutarlo a pleno. Los chicos se durmieron al sol, pero vestidos.
De la caminata, algunos se quisieron hacer los atletas y quedaron pastra. Javi es hasta hoy que camina como si se hubiera cagado, porque no puede ni mover los músculos de sus piernas, y buenos se quizo hacer el joven y trotar cuesta abajo varios kilómetros y quedó destruído.
Ya hemos cruzado dos tercios del desierto de Atacama pero nos queda todavía nos queda un buen trecho. Antes de ayer visitamos Antofagasta, gigante ciudad portuaria, que además también vive de la minería, así que nos abastecimos un poco, ya que acá en San Pedro todo es carísimo. Y después de pasear un poco nos dirigimos, ya tarde a Baquedano, durmiendo junto a los camioneros en la ruta. Para encarar al día siguiente el camino que nos llevaría al Salar de Atacama y finalmente aquí.
Salar de Atacama y Laguna Chaixa
Si vimos flamencos, de las tres especies que te referis. Antes de llegar a San Pedro fuimos a la laguna de Chaixa. Una laguna en medio del desierto, es más en medio del Salar de Atacama. Un paisaje raro, pero bellisimo. Las aguas bajas subterranesa de la cordillera, y afloran en Chaixa, Barros Negros y otra lagunas. La Sal se acumuló a lo largo de los milenios, porque el sistema hidrico que acabo de explicar es una cuenca cerrada, y la sal va quedando con la evaporación. Hemos visto los flamencos, posaron para nosotros, están acostumbrados a las camaras de los turistas. También vimos muchas lagartijas, y otros pajaros que se comen los Sea SeaMonkey que hay en la laguna. Si los bichitos que comen los flamencos, son iguales que los Sea Monkeys con que me estafaron y rompieron mis ilusiones de la niñez. Si hubiera sabido, que podía criar flamencos dándole de comer esos bichos de mierda, me hubiera sentido mejor. Es más me alegro que los flamencos se coman esos crustáceos que sólo nacieron para ser comidos, y no para vivir en la pesera de un niño.
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