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Juan Pablo Roncoroni, Villa Gesell. Tengo varios blogs que versan sobre distintas cosas... la cerveza, el placer de viajar y escribir.

sábado, 22 de mayo de 2010

Iquique

Estamos en Iquique, no fue facil llegar....

Al final no fuimos a las Termas de Puritama porque eran muy caras y no parecían nada del otro mundo. Terminamos llendo a unas termas, de agua nada caliente, que se llaman Pozo Tres. No había nadie, y el tipo que cuidaba nos dijo, si quieren bañarse lavense  con Champu y Jabon en la pileta, Y eso hicimos, el agua tenía verdín pero nosotros estabamos más mugrientos que el agua, así que igual nos sirvió. Pensabamos ir a Puritama, a la vuelta de los Geiser de Tatio. Excursión que le cqueostó los dos amortiguadores delanteros a la Discovery, se reventaron gracias al ripio, serruchito, altura (4300 msnm). Nos dimos cuenta cuando llegamos a San Pedro de Atacama. En San Pedro fue imposible conseguir el repuesto, así que partimos al día siguiente (hace 2 días) con suspención de la camioneta hecha un flan. El tren delantero sólo sostenido por espirales. A poco de salir de San Pedro, y subiendo una cuesta, la camioneta comenzó a calentar, el tachito de agua revalso cuando corto el vigía. San Vigia salvo el motor varias veces, caso contrario se habría fundido. Juro que pensé, volver a la Argentina, pero al cabo de un rato volvía a transformarme en un hobbit aventurero, gracias a el aliento de Geral y Javi. Cuando enfrió continuamos, fuimos parando cada tanto antes de que corte el Vigía y agregando agua el el tachito. No la consumía, pero era la manera de renovar agua caliente por agua fría. Llegamos a Calama, la ciudad vecina a Chuquicamata, la mina de cobre más grande del mundo. Nosotros queríamos visitar la Chuqui, entonces desidimos subir la cuesta que te lleva a lo que queda del pueblo que la mina se deboró con su escoria, donde están las oficinas administrativas. La camionte tuvo problemas de calentura varias veces para subir, tuvimos que parar y agregar agua. Pero logramos subir. Cuando llegamos arriba, nos dijero; Tienen que hacer la reserva en Calama, o sea bajar. Supuestamente allí abría un micro que nos trairía nuevamente a Chuquicamata. Fuimos, a Calama, como teníamos tiempo comimos en el Mall. Luego fuimos al lugar donde salía el micro de la excursión pero nos dijeron que no había más lugar. Así que resignados preguntamos como haciamos para ir a Iquique (distante a 400 kilometros), nos dijeron: Tienen que subir el camino que va a la Chuqui. La Colorada se empaco a poco de andar, y cortó el Vigia, como diciendo; Boludos a esto ya lo subí, no me lo hagan hacer de nuevo. Ahí, en una banquina estrecha esperabamos que se enfriara el motor, cuando pasó un camión enorme, el conductor paró sin que pidieramos ayuda, y preguntIquique también vayan adelande, que yo voy detras de ustedes, cualquier problema que tengan los remolco. Despúes de Chuquicamata, hubo otra cuesta que exigió un gran esfuerzo a la camioneta, pero está con la baja puesta subió sin que corte el vigía. Despúes, ya no hubo cuestas tan grandes, o estas estas eran en bajada con inclinación al Pacifico.
así hicimos unos noventa kilometros, y cuando todo paracía pan comido y estabamos llegando a Tocopillas, puerto minero y pesquero consistente en un montón de casitas de madera desvensijadas y un olor a podrido nauseabundo; bajando la última cuesta, se nos quemaron las pastillas de freno delanteras. El declibe era muy pronunciado y el peso del trailer enbalaba a la camioneta, consecuencia, chau frenos. Tocopillas, es un pueblo donde no se puede arreglar nada, y menos un Land Rover. Así que esperamos que se enfriaran las pastillas un largo rato. Apareció nuestro camionero salvador, y lo unico que hizo fue darnos aliento. En la montaña se maneja con la caja, para que frenos..dijo. Me tocaba manejar a mi, primero salí con la baja puesta para usar la primera como freno. Dios, ibamos a 25 kilometros por hora, resando en cada vericueto de la montaña. Finalmente me anime a poner la alta, y maneje los últimos 200 kilometros de camino de montaña, sin practicamente casí nada de freno. El freno era la primera, y los bombasos que le daba al pedal. Así pudimos ir más o menos a entre 60 y 80 km por hora. Obvio que nos hagarró la noche y los últimos 100 kilometros no terminaban más. Llegamos sanos y Salvos a Iquique a las 21:00, cuando habíamos salido a las 7 de la mañana. Catorce horas para hacer 500 kilometros. BUEN PROMEDIO!!!! Cuando llegamos al Camping, en que ya habíamos estado con Geral el año pasado, la dueña nos dijo: Mañana hay un encuentro de motoqueros, van hacer una fiesta y se emborrachan, pueden llegar a molestarlos. Le dijimos, no se haga problema, nos emborracharemos con ellos. Aquí estamos entre 100 motoqueros que se muestran amigables a pesar de sus tachas y camperas de cuero negro. Yo les hablo de Pappo y me dicen.... Grande Pappo!!!! Hoy hay un concierto de rock en el camping. Ya arraglamos los frenos, conseguimos unos amortiguadores japoneses a gas por apenas USD 100, los mismos en la Argentina nos saldrían una fortuna. El lunes, la camioneta entra en el taller, el marido de la dueña del camping tiene una discovery similar a la nuestra. Es fanatico de la marca, y me paseo por todo Iquique para que consiguiera los repuestos para la colorada. El mecanico de don Tito, así se llama el referido señor le va limpiar el radiador a la Discovery, le va modificar la paleta del ventilador trabandola, o no se que mierda, pero según dicen va funcionar.
Hace 2 días que estamos en Iquique, una ciudad muy linda. Hoy vimos un campeonato de Surf con olas enormes, visitamos 2 museos, comimos mote con huesillos, y vimos como la ciudad festejaba la conmemoración de la Batalla Navalde Iquique, cuando los chilenos a Sangre y Fuego, y al mando de Arturo Prat le quitaron un buen pedazo de territorio al Perú.
Mañana nos vamos al Zofri, los chicos tienen sus moneditas para comprar Zapatillas, y Javi va comprar un acess point para poder enganchar internet mejor.

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